La Calle de Córdoba XXI

lunes, 16 de mayo de 2016

Duelo entre el hambreador austericida y los palmeros de twitter: II – El triunfo de twitter frente al plomo de Gutenberg


La parte primera de esta reflexión finalizaba con la constatación de un siniestro paralelismo entre el transversalismo desideologizado de Podemos y las tesis del crepúsculo de las ideologías enunciadas ya en 1965 por el padre doctrinal de la ultraderecha franquista Gonzalo Fernández de la Mora. Padre doctrinal de Rajoy y aférrimo defensor de la llamada “democracia de las oligarquías.” Se trata de posicionamientos paralelos que cierra una vez más la vieja circularidad cainita del hispanismo ortodoxo de casta conformando el tradicional espiritualismo hispánico difuso del cambio de lo semejante por lo igual.

El naufragio de la patera del régimen del 78

Así pues, el españolito errante salió en transición de la península franquista embarcado en el mismo flotador que le vendieron los traficantes del régimen. Navegó en aguas calmas y soles placenteros durante tres decenios, pero cuando arreció el temporal, muchos perecieron bajo las olas y aquellos que quedaron con el agua al cuello sólo desentumecían sus cuerpos con el sueño de un nuevo sol naciente.

Una vez más la fe se convierte en el imaginario español en el único salvavidas de los madobedientes de la patera que desesperados recurren a la memoria para mantenerse a flote con la ira de su suerte. Buscan la autoridad moral suficiente para recuperar la taxonomía de buenos y malos que siempre dividió al vecindario nacional; la vieja cantinela de las trincheras de “ellos” frente a las de “nosotros”.

El sempiterno salvamento de la hispanidad; los ellos y los nuestros.

“Ellos” son los del régimen del general. Son el compost indistintamente algamasado de los del Ibex 35, los de la cal viva, y los del austericidio. Y “nosotros” somos los del catálogo del victimario empezando por los represaliados del movimiento, los excluidos del pragmatismo narcisista del felipismo, y los arruinados por el fetichismo acaparador de los corruptos de la gaviota.

Está claro que en un escenario de naufragio el discurso es inútil cuando tienes la garganta inundada y las orejas racheadas por la violencia del temporal. Lógicamente son los hechos –es decir, las cuerdas que te mantienen unido a la patera–, los únicos que te indican cómo actuar en la urgencia; nunca los sueños utópicos de lejanas tierras prometidas.

Es el gran descubrimiento novedoso de los politólogos experimentales de la Complutense cuando observan que es esa misma cuerda la que une el 15M –con un fortísimo amarre–, con todo el gigantesco victimario causado por la historia inútil de España –desde los Reyes Católicos hasta hoy mismo–, alumbrando así un enorme caudal de legitimidad moral.

Se trata de una legitimidad incuestionable que emerge de la profunda irracionalidad visceral, y genómica, que permanentemente caracterizan las élites hispánicas que en todo momento han venido construyendo el relato inútil de la hispanidad clásica hasta, incluso, el actual régimen del 78.

El racionalismo y la perspectiva einsteiniana

Ningún liberal ilustrado puede alinearse con la irracionalidad patosa y analfabeta del hispanismo político y social clásico; mucho menos un socialdemócrata racionalista. Es por ello que si bien resulta ya una aberración no marcar distancias –a diestro y a siniestro–, con esa herencia de irracionales austericidas;  no es extraño que cualquier observador neutral considere el habitual entendimiento “bipartidista” como un autentico sindiós nauseabundo. No reparemos ya en cómo lo puede percibir quien vive de cerca la habitual deriva de la patera ibérica.

Visto con perspectiva einsteiniana, la solución de urgencia que ofrece Podemos no descubre más que la variante mesiánica del hispanismo clásico. Una variante de oprimidos que únicamente se limita a transformar en fuerza de fe la misma irracionalidad cultural del derechohabiente naufragado . 

El algoritmo semántico de los politólogos de la Complutense

Se trata de una fuerza considerable que los politólogos complutenses modulan a través de un brillante y novedoso algoritmo retórico simplificado que frente a un “ellos” indiferenciado suprime el discurso ideológico, y racional, y se adapta a twitter mediante el malabarismo de una batería de palabras con carga semántica sentimental y difusa; “casta”, “los de abajo”, “los de arriba”, “izquierda”, “derecha”, etc.

Lógicamente el votante de agua al cuello no tiene sensibilidad para promesas utópicas. Se encuentra lo suficientemente entumecido como para sólo desear soluciones urgentes de aplicación inmediata y gestión eficaz. Un deseo que se transfiere también por vasos comunicantes a todos los que están a su alrededor afectados en mayor o menor grado por la desgracia. 


La férula de los 140 caracteres


Es la misma lógica de la necesidad y la angustia que antaño se comunicaba por vía del telegrama. Método de mensajería que se diferencia radicalmente de la vieja lógica ortodoxa tanto del discurso del bienestar y el acomodamiento, como del sermón libertador de la montaña.

Se trata de un brillante análisis teórico de mesa de amanuense académico que como Laclau piensa a 7.000 km de distancia vertical de la realidad de superficie. Un análisis que ignora inexcusablemente las abismales diferencias que existen entre Rajoy, Rivera y Sánchez, distorsionandolos y triturandolos en un “ellos” por igual enemigo en una mensajería de 140 caracteres.

Consecuentemente la mensajería va hoy por Whatsapp o por Twitter y lo que los politólogos de Podemos hacen no es otra cosa que adaptar a Twitter el áspero discurso de Das Kapital diciendo simplemente “cuidado con ellos,” o lo que es lo mismo; cuidado con el hambreador”. Se trata de una brillante adaptación popular de los inbricados textos plomizos de Marx sintetizados ya por los tupamaros de los años 50, del siglo XX, en sus revoluciones de Río de la Plata; actualizadas hoy en la Venezuela caótica de Chavez–Maduro.

El triunfo de Twitter frente a Gutenberg

El cambio de paradigma que impulsan los politólogos de Podemos –asesores bienpagados del Chavismo venezolano–, es realmente magistral, sin duda, por cuanto no solo supone el triunfo de twitter frente al plomizo Gutenberg, sino que abre una senda de sentido común dentro del campo de la democracia republicana en sociedades desarrolladas en situación de naufragio permanente.  

Será a partir de ahora que rescatar a los náufragos lanzándoles plomizas doctrinas ideológicas como el que lanza troncos de secuoya al que está ahogándose en el mar será percibido con tal brutalidad que todo el mundo verá que lo único que se consigue así no es más que el hundimiento permanente de todo derechohabiente que trate de mantener su cuello a flote. 

Para bien, o para mal, la política twitter acaba de inaugurarse con Podemos en España, y su lógica no es otra que la del relato sentimental; nunca la racional. Es el triunfo del liviano algoritmo literario del cuento corto frente al pesado plomo de sendos tratados editoriales de cientos de páginas infumables.

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